viernes, 29 de noviembre de 2013

De como empecé a viajar y nunca he mirado atrás (2)

La llegada a:

 

Esta historia es la segunda parte de cómo empecé a viajar y nunca he mirado atrás. Después de llegar al aeropuerto con casi dos horas de antelación por los nervios del momento y tras la espera finalmente embarcamos en el avión. Aún recuerdo el calor que hacía esa tarde y los nervios del momento, yo nunca antes había volado, era mi primera vez y estaba muy nervioso aunque finalmente, el vuelo fue sin incidentes y tras tres horas estábamos aterrizando en Schipol (Amsterdam).

Tras las fotos de rigor en el cartel de Iamsterdam, seguimos nuestro camino, cogimos un tren al centro de Amsterdam, cuando llegamos eran las 10 de la noche. Nuestra aventura empezaba a tomar forma, estábamos a más de 2000km de casa y aún no sabíamos como íbamos a volver. Mi primer recuerdo del viaje siempre será cuando nada más coger el tren, empezamos a hablar con un chaval y después de una conversación sin pena ni gloria dijo una frase que nos impacto y que hizo que a mi compañero de viaje sin entender inglés se le iluminó la cara casi más que a mí al oírla: "Welcome to Amsterdam". Al escuchársela los dos estábamos bastante seguros de que Amsterdam iba a merecer la pena más allá de los tópicos que la rodean acerca del barrio rojo y la marihuana.

Al llegar a la estación central de Amsterdam estaba anocheciendo y aún no sabíamos dónde íbamos a dormir esa noche, recuerdo que teníamos un par de campings pensados, uno bastante lejos y otro atrás de la estación central, simplemente cruzando el canal con el ferry, pero eso ahora no nos preocupaba estábamos en una ciudad desconocida y a pesar de llevar las maletas a cuestas, lo que queríamos era explorar. Solo hicimos una pregunta y era: “¿Cuándo pasa el último tranvía?” Sabiendo esto, nos disponíamos a explorar y empezamos a caminar dejando atrás la estación central, dimos un largo paseo hacía el centro y llegamos a la Plaza Dam. Sinceramente lo primero que nos impactó de la ciudad era la gente, es decir es una cultura totalmente diferente a la nuestra en el sentido que si aquí alguien lleva el pelo verde, se le mira totalmente como si fuera peor persona que alguien que parece que se ha escapado de un cortijo y todo el mundo o la gran mayoría, llevaban tatuajes y no estaban mal vistos. Realmente era como estar en otro mundo desconectado de los prejuicios que tiene nuestra cultura respecto a estos temas.

Era evidente que tras una hora caminando teníamos que hacer algo típico de Holanda y ¿Qué hicimos? Está claro que ir a un coffee shop y comprar marihuana, yo realmente no suelo fumar asiduamente pero estábamos allí y teníamos que hacerlo, por lo que tras comprar un gramo que realmente a pesar de fumar todos los días mínimo un porro grande, nos duró siete días. La marihuana allí es realmente cara pero en el fondo lo tomamos como una inversión y cierto es que nos cundió. Tras esto empezamos a andar de vuelta a la estación central y nos ocurrió otra cosa típica de Amsterdam. Un negro de casi dos metros se nos acerco a las 12 de la noche y nos dijo: "Cocaine, extasis what do you want?" Evidentemente nos entró un ataque de risa por la situación y después de rechazar amablemente su oferta seguimos nuestro camino a la estación central por lo que nuestra odisea por esa primera noche había terminado. Cogimos el último tranvía que nos libró de un paseo de casi dos horas con 17kg a cuestas cada uno, tras llegar y montar la tienda de campaña, solo tuvimos fuerza para cenar un bocata que traíamos de casa, fumarnos un porro, beber agua y caer muertos....


Amsterdam Centraal (Amsterdam, Paises Bajos)

TO BE CONTINUED....

No hay comentarios:

Publicar un comentario